La ópera prima del realizador Xavier Legrand narraba los pormenores de una tormentosa separación conjugal, con especial énfasis en los filosos trozos que quedaban flotando en el aire después del estallido, en particular a la hora de describir la pelea por la custodia del hijo de la pareja. Pero si en Custodia compartida el francés se aferraba a los detalles dolorosos de una situación recurrente en la vida real, en su nueva película, Secretos oscuros (título local tenebroso que reemplaza el original Le successeur, “El sucesor”), el relato opera de una manera casi inversa: es el descubrimiento de un hecho absolutamente excepcional lo que termina alterando la vida del protagonista. Hasta el minuto 40 de proyección esa “sucesión” del título tiene una razón de ser diáfana: Ellias Barnès (el canadiense Marc-André Grondin, rapado al ras para el papel) es el nuevo diseñador estrella de una firma de alta costura francesa. De hecho, el film comienza con un desfile de primer nivel en el cual la nueva colección es presentada a la prensa y el público especializado.