Un estudio reciente realizado con 4.000 adultos jóvenes a lo largo de 30 años ha descubierto que pasar mucho tiempo frente a una pantalla puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
El equipo, dirigido por el Dr. Jason Nagata, de la Universidad de California en San Francisco, descubrió que el tiempo frente a una pantalla puede sustituir a hábitos como el sueño y el ejercicio.
Esto hace que sea importante desarrollar hábitos saludables frente a las pantallas a una edad temprana, ya que un elevado tiempo frente a ellas puede aumentar en un 16% las probabilidades de sufrir un ictus o un infarto de miocardio.
Los datos revelaron que, en el caso de los participantes de 23 años, cada hora que pasaban viendo la televisión aumentaba en un 26% las probabilidades de sufrir una cardiopatía.
Los participantes de mediana edad también presentaban un riesgo un 55% mayor de cardiopatía coronaria (55%), ictus (58%) y cardiopatías (32%).
El Dr. Jason Nagata afirma que "el tiempo frente a la pantalla en la edad adulta temprana marca el rumbo de los futuros hábitos frente a la pantalla durante el resto de la edad adulta".