Caminar bajo la luz del sol en verano hace que el calor corporal aumente ya que, además del calor que el propio cuerpo genera, la ropa absorbe la luz ultravioleta (UV) y la luz infrarroja cercana (IR cercana) del sol, lo que hace que nuestra temperatura corporal aumente. Es por ello que científicos han estado desarrollando textiles que desvían simultáneamente los rayos del sol y expulsan el calor corporal natural, un proceso conocido como enfriamiento radiativo. Así, han descubierto un revestimiento duradero a base de tiza, capaz de enfriar el aire debajo de un tejido tratado en hasta más de 4 grados Celsius, superando problemas de sostenibilidad en los materiales utilizados.
(Fuente: Europa Press / American Chemical Society)