La ciudad de Buenos Aires experimenta una notable disminución en el uso del subte, con una caída del 24% en pasajeros, debido al incremento de tarifas que ha ampliado la brecha de costos entre el subte y el colectivo. Los usuarios optan cada vez más por el colectivo, que resulta ser una opción más económica. Esta tendencia también se refleja en una reducción del 7% en la cantidad de pasajeros de colectivos durante el primer semestre del año. La situación podría agravarse con posibles ajustes futuros y la quita de subsidios.