El relevo generacional es una de las grandes asignaturas pendientes del sector primario en Canarias. Por eso, cuando se presenta un caso hay que divulgarlo para que sirva de ejemplo de la importancia que tiene evitar que desaparezca ese mundo que nos proporcionan los alimentos y las alegrías del vino. Patricia Perdomo es un claro ejemplo de cuarta generación en el sector vitivinícola de La Palma. Primero comenzó a estudiar ingeniería electrónica, pero pronto se arrepintió. En su mente seguía fijo el objetivo de trabajar en una bodega para lo cual inició estudios de viticultura en la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte.