El producto de la cesta de la compra que más ha subido en el último año ha sido el aceite de oliva. Según datos de mayo, un 62,8%, a una distancia sideral de los viajes en crucero (22,2%) o los paquetes turísticos (17,7%).

Pero os traigo buenas noticias: creo que el aceite de oliva, que en el mes de mayo –según la organización agraria COAG– en los supermercados estaba a una media de 10,20 euros, bajará sustancialmente –más que nada, se desplomará su precio– y en enero podréis conseguir una botella de aceite de oliva virgen extra en los supermercados por aproximadamente 5 euros litro.

¿Por qué? En primer lugar, porque esta vez ha llovido. Nos hemos olvidado de la sequía. En segundo lugar, ha llovido donde es más necesario para la producción de aceite de oliva: en Andalucía y especialmente en Jaén. En tercer lugar, lo ha hecho durante el periodo de floración del árbol, finales de abril y principios de mayo.

Todo esto va a hacer que tengamos una cosecha récord. Creo que llegará a 1.800.000 toneladas de aceite, y esto significa muchísima producción y sustancialmente menor precio.

Por eso, recordad, en enero o febrero de 2025, cuando la nueva cosecha llega al supermercado, nada de 10, 11 o 12 euros el litro, ¡5! ¡5!