Prueba y más información sobre el KIA Ceed Tourer en: https://bit.ly/2x742gQ

Maniobra de esquiva:

La primera pasada, que realizamos sin que el conductor conozca las reacciones del vehículo, la realizamos a 73 km/h y no a 77 como es habitual por un error de apreciación a la hora de observar el instrumento de medición de velocidad. Aunque movimos uno de los conos que delimitan el primer carril, resultó muy sencillo completar el ejercicio porque el vehículo no tuvo reacciones violentas y porque el control de estabilidad funcionó correctamente reduciendo bastante la velocidad de avance.

Curiosamente, en esta unidad con carrocería familiar no se dieron los pequeños rebotes que sí apreciamos en el Ceed de cinco puertas, a pesar de que la marca, el tamaño de los neumáticos y las presiones a las que estaban inflados los mismos, eran idénticos.

La máxima velocidad a la que conseguimos superar el ejercicio sin derribar conos fue 73 km/h, un dato inferior al de, por ejemplo, un Skoda Octavia Combi o un Volkswagen Golf Alltrack. No obstante, las reacciones fueron mucho mejores que las de estos dos modelos e idénticas a las comentadas anteriormente: seguras, progresivas y fáciles de controlar, aunque poco ágiles.

En otras pasadas a mayor velocidad no conseguimos superar la prueba porque el deslizamiento lateral de las ruedas era mayor y nos impedía entrar en los tramos delimitados por los conos sin derribarlos. El balanceo de la carrocería se mantuvo siempre en un nivel moderado y la dirección se mostró precisa y suficientemente informativa.

Esquiva:

En la maniobra de esquiva, el Ceed avanza con facilidad, aunque los cambios de apoyo no se producen con mucha rapidez. El balanceo de la carrocería, de nuevo, se mantiene en un nivel moderado y el control de estabilidad actúa de manera eficaz al aumentar la velocidad.

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