Los candidatos a representar a España en el Parlamento Europeo proclamados electos, han acatado la Constitución, como exige la legislación española, y ya cuentan con la credencial que les permitirá ocupar su escaño en la Eurocámara. De los 61 electos han cumplido con el trámite legal todos menos uno: el candidato de Junts, Toni Comín, fugado de la Justicia. De esta manera, su escaño, de momento, queda vacante a la espera de que sea el propio Parlamento Europeo el que resuelva su situación.
Al inicio de la pasada legislatura europea ya se produjo este inconveniente con su caso y con el de Carles Puigdemont, pero finalmente la Eurocámara les aceptó como miembros por entender que la única condición para serlo es haber sido proclamado electo tras haber conseguido los votos necesarios. Pese a que el Tribunal de Justicia de la UE se pronunció en este sentido, su sentencia no anula lo dispuesto en las leyes españolas y se mantiene en pie la necesidad de proceder al acatamiento como paso imprescindible para recibir la credencial oportuna.