Por qué ahora y de esta manera quizás pueda explicarlo Alberto Núñez Feijóo, que a Pedro Sánchez no quería darle ni agua y que afortunadamente ha desempolvado su perfil más institucional para poner fin a una anomalía democrática sin precedentes. Ojalá, la próxima vez no tengamos que acudir a la tutela de Europa, nuestra democracia es lo suficientemente madura como para poder resolver solos nuestros propios problemas, solo es necesario querer hacerlo, que no es poco.