El mayor anhelo de las víctimas de pederastia en Bolivia es la sanación; sin embargo, no todas lograron llegaron al proceso de aceptar lo ocurrido y denunciar a los abusadores, algunos perdieron las fuerzas y se quitaron la vida, según relata Wilder Flores, presidente de la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesial (CBS).