Es lo que tiene llevar inculcando durante años el odio entre los más jóvenes.
Al final sale a la superficie ese martilleo recibido y se acaban protagonizando escenas escasamente reconfortantes.
Por eso, aprovechando la noche de San Juan, en San Sebastián, varios jóvenes perpetraron un acto más propio de los proetarras y de los antisemitas.
En un vídeo que está corriendo como la pólvora por las redes sociales, se ve a varios chavales, alguno de ellos aún con muy tierna edad, prendiendo fuego a banderas de España y de Israel.
Este hecho, desde luego, está jurídicamente penado.
Y es que los ultrajes a España constituyen un delito tipificado en el artículo 543 —encuadrado dentro del capítulo IV ('De los ultrajes a España') del título XXI ('Delitos contra la Constitución') del libro II ('Delitos y sus penas')— del Código Penal español, que prevé penas de multa de siete a doce meses para aquellos que profieran ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a sus comunidades autónomas o a los símbolos nacionales. Este delito, por su propia naturaleza, suele estar vinculado a manifestaciones de carácter político, aunque no siempre de corte nacionalista.
El propio Tribunal Constitucional ya lo dejó claro en 2020, que quemar la bandera española o la de cualquier otra comunidad autónoma no está amparado por la libertad de expresión.