Al parecer, el Papa Francisco volvió a utilizar un término despectivo para referirse a los homosexuales durante una reunión a puerta cerrada con sacerdotes romanos.
Esto se produce poco después de un incidente similar, en el que utilizó un término vulgar italiano que se traduce aproximadamente como "maricones".
En su reciente reunión, Francisco afirmó que hay "un aire de mariconeo en el Vaticano".
Además, sugirió que los jóvenes con tendencias homosexuales no deberían ser admitidos en los seminarios.
El Vaticano respondió haciendo hincapié en el llamamiento del Papa a acoger a personas homosexuales en la Iglesia.
A pesar de los esfuerzos anteriores del Papa Francisco por acercarse a la comunidad LGBTQ, estos incidentes han desatado la polémica.
El Vaticano dictaminó en 2005 que la Iglesia no puede permitir la ordenación de hombres que sean homosexuales o tengan tendencias homosexuales "profundamente arraigadas".
En 2008, dijo a los obispos italianos que no aceptaran candidatos homosexuales al sacerdocio.