El príncipe Harry ya puede recurrir la sentencia del Tribunal Superior, que en última instancia desestimó su petición de contar con seguridad financiada con fondos públicos en el Reino Unido.
El duque de Sussex emprendió acciones legales por primera vez en 2020 después de decidieran no otorgarle la misma protección.
Esto fue el resultado de que él y su esposa, Meghan Markle, renunciaran a sus funciones como miembros principales de la realeza.
En febrero, el Tribunal Superior volvió a confirmar la legalidad de su decisión, desestimando el caso, y se negó a permitirle impugnar la sentencia.
Sin embargo, el Tribunal de Apelación ha declarado ahora que atenderá la impugnación del Príncipe Harry a raíz de una solicitud directa de sus abogados.
La decisión de rebajar su seguridad en febrero de 2020 fue tomada por el Comité Ejecutivo Real y VIP (Ravec).
El juez retirado del Tribunal Superior Sir Peter Lane rechazó el caso del príncipe Harry y concluyó que el enfoque de Ravec no era irracional, sino «legalmente sólido».
«El duque no está pidiendo un trato preferente, sino una aplicación justa y legal de las propias normas de Ravec, que garantice que recibe la misma consideración que los demás de acuerdo con la propia política escrita de Ravec», declaró el juez Lane.