Cuando la guerra en la Franja de Gaza se acerca a su octavo mes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, celebró el ataque de Hamas en suelo israelí que desencadenó la situación actual en la región. En sus declaraciones más duras hasta la fecha, Jamenei aseguró que la "región necesitaba mucho este ataque". "El golpe puso al régimen sionista en un camino cuyo fin no es más que su decadencia y destrucción. Destruyó la gran conspiración internacional para la región de Asia occidental.

Este es el milagro de la 'tormenta de Al-Aqsa'", afirmó, en alusión al nombre con el que bautizó Hamas su ataque en suelo israelí, en el que murieron 1.139 personas.