La 'amenaza' del impacto en las cuentas de la Seguridad Social de la jubilación de los trabajadores de la denominada generación del 'baby boom' empieza a ser una realidad. En 2023, se registraron 326.949 altas de pensionistas frente a 265.060 bajas, lo que supone una diferencia del 23,4%, el máximo de la serie histórica. Esta brecha más que duplica la diferencia del 9% registrada en 2022 y supera la media de los años precedentes a la pandemia, situada en el 15%. Arranca la jubilación del baby boom (los nacidos entre 1958 y 1977), pues los nacidos en 1958 y 1959 cumplen 66 y 65 años durante el presente curso.
Según los registros del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el número de nuevos jubilados registrado el pasado año es el tercer dato más alto de la serie histórica después del de 2018 (cuando se anotaron 328.159 altas) y el de 2022, que se saldó con 327.872 altas. Pero las bajas descendieron un 11,4%, hasta las 265.060. Este es el dato más bajo desde 2017 y supone un regreso a la tendencia 'natural' registrada antes de la pandemia, marcados por la mejora de la esperanza de vida.
Fue precisamente lo ocurrido durante la pandemia, cuando las bajas se dispararon a máximos históricos (e incluso en 2020 superaron a las altas) lo que ha disimulado una ruptura creciente del equilibrio en el 'relevo' de los beneficiarios que ahora regresa con intensidad. Y que hace que el número de pensionistas vuelva a crecer a tasas interanuales cercanas al 2% y un 8% respecto a 2018.