La propuesta de Francisco Sánchez es todavía más radical y en un Gobierno ya de por sí radical: quiere dar marcha atrás con la ley de divorcio vincular, que lleva vigente 37 años, por no hablar del “divorcio expres”, que en 2015 se incorporó al Código Civil y Comercial.
Esta misma semana, Sánchez afirmó que “cerca del 30 por ciento de familias separadas sufren trastornos de ansiedad y los chicos de hijos de familias separadas tienen un rendimiento 25 por ciento inferior de hijos con familias consolidadas”. La carga contra este derecho fue breve en comparación a las críticas al aborto y el matrimonio de personas del mismo género.