Según algunas publicaciones, el coqueteo en público del hijo de Carmen Tello, de 35 años, con una joven, habría provocado que la diseñadora decidiera romper la relación. "Es rotundamente falso. Kike ni es un ligón ni es un frívolo capaz de flirtear con otra mujer cuando tiene una pareja. Vicky sabe que esa información no tiene credibilidad y no ha habido enfado por su parte en ese sentido. Lo que le ocurre a Enrique es que tiene mucho trabajo con los nuevos proyectos de su cadena hotelera y también sigue con su firma de moda, son muchas presiones y él se entrega a fondo a sus obligaciones. Es difícil mantener una relación bajo esa tensión".
Otro de sus amigos nos recuerda que desde que empezó su romance con la sevillana, Solís estaba un tanto desbordado por la atención de la prensa. "Nunca ha llevado bien tener fotógrafos a la puerta de su oficina o cuando iban a un restaurante. Lo llevaba mal".