MIlei cerró su presentación volviendo a poner sobre la mesa el objetivo de dolarizar la economía por vía de "la competencia de monedas". Señaló que una vez que el Banco Central "termine de limpiar su balance", es decir liquidar su deuda en pesos, podrá iniciar ese proceso. "Habrá competencia de monedas, cualquiera va a poder elegir con cuál comerciar. Dólar, yen, remimbí, euro, no me importa. El Banco Central ya no comprará los dólares a los exportadores, lo podrán utilizar libremente para los pagos internos. El uso del peso argentino se va a ir achicando, reemplazado por las otras monedas. Y cuando sea chiquitito, ¿qué voy a hacer? Lo elimino", dijo con una sonrisa de satisfacción.
"Ahí, automáticamente, dolarizamos, terminamos con la inflación para siempre, le quitamos la navaja al mono asesino que es La Política, y nos vamos a poner a trabajar en hacer las reformas estructurales para que, en 35 o 40 años, Argentina vuelva a hacer una potencia".