Cuando una nueva familia se instala en el edificio, Aída se viste con sus mejores galas para ofrecer un cálido recibimiento a los recién llegados. Aída, que pretende seducir al cabeza de familia, no duda en desplegar sus encantos. Sin embargo, el primer encuentro resulta ser un desastre y ambos acaban odiándose. Además, Luisma está convencido del talento artístico de Fidel por lo que le propone asistir a un concurso de televisión.