En una entrevista concedida al New York Times, Kyryl Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, expresó su pesimismo sobre la situación en el frente.
Subrayó que la situación era crítica y que las reservas de tropas estaban agotadas.
Explicó que los ataques rusos en el noreste tienen como objetivo agotar a las tropas ucranianas y crear confusión.
A pesar de los esfuerzos por reforzar la defensa, era difícil movilizar suficientes efectivos.
Budanov advirtió de nuevos ataques rusos, sobre todo en la región de Sumy.
Las tropas rusas han avanzado en la región de Járkiv y capturado varias aldeas, con ataques aéreos contra la ciudad de Vovchansk.
Ucrania lleva meses sufriendo una enorme escasez de armas y municiones, a pesar de la reciente aprobación de una ayuda militar de 60.000 millones de dólares.