Después de dos meses de tramitación, el PP utiliza su mayoría absoluta en el Senado para vetar la ley de amnistía.
De esta forma, el texto regresará a la Cámara Baja, lo que no implica que vaya a ser tumbada ya que podrá levantar el veto bajo una mayoría absoluta o por mayoría simple en segunda votación.
Alicia García, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado y azote permanente a los socialistas, ha defendido este 14 de mayo de 2025 la iniciativa de los populares contra la norma.
Al respecto, García ha expuesto los diferentes motivos por los que esta ley supone un atentado contra la libertad y los derechos, animando a los socialistas a reflexionar y, recalcando, que no tiene “nada en absoluto” con la de 1977.
La de aquel año -ha recalcado- ayudó “modélicamente” a pasar de una dictadura a una democracia. En aquel momento primó la generosidad fruto de un cambio democrático mientras hoy “solo encontramos una cosa”, “la ambición de un presidente que haría lo que fuera para seguir habitando en la Moncloa”.
“Y hoy no encontramos más”, esta amnistía supone un negocio “redondo” porque la “factura” la pagan todos los españoles a quienes les “endosan” un precio descomunal.
Asimismo, ha relatado en una brillante y clara exposición dirigida a los socialistas y a su infumable ley de amnistía:
“Es el precio de una factura interminable impuesta por quienes quieren destruir España y permitida por el Gobierno que ustedes presiden. Una amnistía a costa de la ruptura del Estado de Derecho. Una amnistía que quiebra la igualdad entre españoles. Y una amnistía que rompe con la convivencia. Esto, por supuesto, señorías socialistas, ni lo reconocen, ni lo van a reconocer jamás. Porque no pueden. No pueden reconocer que esto es una operación mercantil entre políticos para comprar votos. Desmantelando nuestra democracia. No existe ningún precedente, ninguno en ningún país democrático de algo así. estamos ante un acto de profunda corrupción política jamás visto en nuestra democracia”.
A continuación, García ha resumido la manera en la que se ha gestado la ley de amnistía basada en la “mentira”:
“Mintieron diciendo a los españoles que jamás la apoyarían. Mintieron a los españoles no incluyéndola en su programa electoral. La alegría con la que ustedes defienden hoy esta amnistía, esta vergüenza, choca con la oscuridad con la que la ocultaban antes de las elecciones. Como por arte de magia, lo que antes de julio era inconstitucional, ahora es un acto impecable por el cual se felicitan ustedes a sí mismos. Lo que ahora escudan en una supuesta convivencia, tuvieron que negociarlo a oscuras en una mansión de Waterloo. El secretismo propio de quien negocia con un prófugo de la justicia. El secretismo de quienes se esconden de la sociedad ¿No será que lo que verdaderamente negociaban era cómo traer a Puigdemont a España sin pasar por la Justicia?”.
En términos de democracia -ha incidido García- el coste de la norma es que el señor Sánchez pueda no ya