Existen algunas enfermedades autoinmunes sistémicas, como la esclerodermia o la artritis reumatoide, que tienen más riesgo de afectar al pulmón y desarrollar enfermedad pulmonar intersticial difusa o EPID.
En algunos pacientes la EPID puede evolucionar hacia una fibrosis pulmonar progresiva, una afección que se caracteriza por la dificultad para respirar, en especial con actividad física leve, y la tos seca y persistente.
Boehringer Ingelheim ha patrocinado un simposio en el marco del 50 congreso nacional de la Sociedad Española de Reumatología con el objetivo de concienciar de la gravedad y la prevalencia de la EPID asociada a las enfermedades autoinmunes sistémicas.
En él se ha destacado la importancia del cribado y la monitorización de la EPID y de cómo detectar de manera precoz la fibrosis pulmonar progresiva en estas enfermedades para iniciar un manejo adecuado.
Para el diagnóstico precoz es esencial crear concienciación sobre la EPID en los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas y contar con equipos multidisciplinares que integren al reumatólogo, neumólogo y radiólogo.