En un hotel de Benidorm llevan nueve meses haciendo pruebas con robots runners, así los llaman, capaces de recorrer 120 kilómetros al mes. No sustituyen a los camareros, pero sí ayudan, ya que se encargan del trabajo pesado. También han implantado robots en el servicio de limpieza: 40.000 tareas realizadas, reducción de los costes en un 15% y mayor celeridad en casi la mitad de tiempo. La robotización del sector no amenaza por ahora directamente los puestos de trabajo, pero inquieta. Aunque hay trabajos en los que todavía la tecnología no puede competir, en otras tareas la ayuda es incuestionable.