Lejos de pedir disculpas por su brutal frase “son chinos, son todos iguales”, la canciller Diana Mondino salió a decir que no dijo lo que dijeron que dijo sino que lo que quiso decir fue que los chinos que estaban en la base espacial en Neuquén “son todos iguales” porque “son todos civiles”.
La absurda y aniñada excusa de la jefa de la diplomacia argentina tuvo lugar en una apresurada reaparición pública durante la cual trató de minimizar el escándalo que provocaron sus dichos mas bien propios de un humorista con reminiscencias discriminadoras.
“Son todos iguales, son todos civiles. Son todos iguales los que participaron” de la visita a la estación china en la Patagonia argentina, dijo Mondino que es lo que quiso decir pero que, siempre según ella, fue “malinterpretado” por la periodista que la entrevistó.
“Estábamos hablando de la visita a la estación espacial, que fue hace pocos días, y lo que destaqué fue la naturaleza civil del personal; que no había uniformes. Los argentinos también eran todos iguales, ninguno uniformado”, afirmó como intentando limpiar aceite con aceite.
Durante una entrevista radial, la canciller intentó este viernes mañana bajarle el tono a la polémica desatada -para colmo- a horas de su magra visita a China para negociar el swap que ese país tenía pactado con la Argentina.