Perder una mascota puede ser una experiencia desgarradora para los niños, pero hay formas en que los padres pueden ayudarles a gestionar sus emociones.
Es esencial escuchar a tu hijo cuando esté dispuesto a hablar de sus sentimientos y validar cualquier emoción que esté experimentando.
Si utilizas explicaciones sencillas y un lenguaje directo pero amable para explicar el fallecimiento de la mascota, a los niños les resultará más fácil entenderlo.
Dejar ver tu dolor por la pérdida del animal de una forma madura también ayuda a los más pequeños a procesar el dolor.
Los profesores y los profesionales pueden proporcionar apoyo adicional si es necesario, sobre todo si el comportamiento de su hijo cambia significativamente tras la pérdida.
Crear un monumento conmemorativo para la mascota puede ofrecer un cierre y proporcionar un espacio para que los niños compartan recuerdos y procesen sus emociones.
Permitir que los niños expresen su dolor a su manera y asegurarles que no pasa nada por sentirse tristes puede ayudarles a aprender a afrontar la pérdida.