Un trueno precedió al diluvio en la plaza Dam de Ámsterdam en el momento en el que las puertas del Palacio Real se abrieron para que salieran los Reyes. Y el agua empezó a caer con fuerza de tormenta. Doña Letizia, con unos zapatos destalonados de tres centímetros de tacón de Carolina Herrera, se hizo con un paraguas para protegerse. Con paso firme y a la derecha de Felipe VI, la Reina recorrió los 200 metros hasta el monumento nacional con tacones, zapatos de punta, entre charcos y sin medias.