Un estudio sobre sustancias químicas indestructibles presentes en el marisco recomienda establecer directrices más rigurosas para el consumo de pescado.
Investigadores del Dartmouth College encuestaron a 1.829 personas y descubrieron que aquellas con un mayor consumo de marisco tenían un mayor riesgo de exposición a perfluoroalquilos y polifluoroalquilos (PFAS).
Estas sustancias químicas artificiales están relacionadas con el cáncer, las anomalías fetales y
otros trastornos graves.
Las personas que mantienen una dieta equilibrada con cantidades moderadas y típicas de marisco deberían poder disfrutar de sus beneficios para la salud sin riesgos excesivos de exposición a PFAS, Kathryn Crawford, profesora adjunta de estudios medioambientales y coautora del estudio.
Las concentraciones más altas de estas sustancias químicas se encontraron en las gambas y la langosta, con niveles de hasta 3,3 nanogramos por gramo.