La empresa Impress (ruso-jordana) que forma parte del negocio "low cost" de los alineadores dentales invisibles está siendo investigada en nuestro país por presuntas irregularidades. Beatriz, una de las víctimas de este tipo de clínicas, perdió una pieza dental aparentemente por "negligencia". Hoy su nombre toma fuerza y representa a un centenar de pacientes que se han visto afectados por los tratamientos que proporciona esta empresa. Aquí su historia.