En la Manga del Mar Menor la procesión de esta Semana Santa ha sido una manifestación, la de un grupo de vecinos que claman por los derechos de un mar amenazado. Lo cierto es que la proliferación urbanística en Murcia y otros problemas medioambientales han destrozado un mar en el que, hace décadas, era muy habitual bañarse entre caballitos de mar en la orilla de sus aguas. Pero en 2012 una asociación de buzos voluntarios hizo un censo en el que contabilizó poco más de 195.000 ejemplares. El año pasado, durante 2023, esos mismos buzos no vieron ninguno.