Las fuerzas de seguridad de Estados Unidos están en alerta máxima, preparándose para los atentados de imitación provocados por el derramamiento de sangre en Israel. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, está advirtiendo a todo el mundo que se mantenga alerta. El FBI ha emitido un boletín en el que afirma: "Aunque no disponemos de información de inteligencia específica y creíble. Animamos al público a permanecer vigilante".