Los dolientes se reunieron el miércoles en Hadinya, Irak, para enterrar a las víctimas del incendio del martes en un salón de bodas. Según las autoridades, unas 100 personas murieron en el siniestro, y se espera que el número de víctimas mortales siga aumentando, ya que al menos otras 100 siguen heridas, muchas de ellas con quemaduras graves.

El primer ministro iraquí visitó el jueves a pacientes heridos y familiares de víctimas en el norte de Irak, días después del mortífero incendio de una boda en el que murieron unas 100 personas, mientras dos personas más fallecían a causa de sus heridas y se recuperaban otros restos.

Mohammed Shia al-Sudani llegó a la provincia de Nínive a primera hora del jueves con una delegación de ministros y funcionarios de seguridad, informó la televisión estatal. Se reunió con los heridos y los familiares de las víctimas en el hospital Hamdaniyah y en el hospital Al-Jumhoori. Más tarde visitó el monasterio sirio católico de Mar Behnam para expresar sus condolencias a las víctimas.

Alrededor de 250 invitados, presas del pánico, se lanzaron a las salidas el martes por la noche en el Salón Real de Bodas Haitham, en la zona predominantemente cristiana de Hamdaniya, cerca de Mosul, después de que estallaran en llamas los paneles del techo situados sobre una máquina pirotécnica.