Se ha debatido mucho sobre si el campo de la inteligencia artificial debería regularse, e incluso algunos destacados líderes tecnológicos han pedido que se detengan temporalmente los experimentos gigantes de IA para que nosotros, como humanos de carne y hueso, no nos disparemos en el pie. Y si algunos de los grandes nombres de la tecnología están preocupados, no es de extrañar que la mayoría de los estadounidenses también lo estén.