Aunque la erupción del Mauna Loa no ha puesto en peligro a las ciudades de forma inmediata, las autoridades han indicado a unas 200.000 personas que viven en la Gran Isla de Hawai que se preparen para evacuar en caso de que los flujos de lava empiecen a dirigirse hacia las zonas pobladas. El Servicio Geológico de EE.UU. advirtió que una erupción "puede ser muy dinámica, y la ubicación y el avance de los flujos de lava pueden cambiar rápidamente".