El caos estalló en un vuelo de JetBlue cuando a los pasajeros desviados debido a las condiciones meteorológicas se les comunicó que volverían a su destino original en lugar de permitirles desembarcar. Los pasajeros se dirigían al aeropuerto internacional JFK desde Cancún con un tiempo tormentoso cuando los pilotos tuvieron que abortar el aterrizaje cuatro veces.