Al filo de la medianoche, Barbados cortó sus últimos lazos con la monarquía británica después de casi 400 años. En una ceremonia celebrada el lunes por la noche, el Príncipe Carlos reconoció la "atrocidad de la esclavitud", al tiempo que la nación destituía a la Reina Isabel II como Jefa de Estado y tomaba posesión del primer Presidente de su historia.