Una familia grabó el hilarante momento en que el más pequeño de la mesa no pudo esperar más y se puso a comer con los ojos cerrados mientras hacía que rezaba.
Jeffrey y Shaina Suk de Los Ángeles, California, estaban rezando antes de comer, cuando se dieron cuenta de que su hijo estaba un poco impaciente por empezar.
La pareja no pudo evitar reírse a carcajadas por la impaciencia que mostró su pequeño al tener los ojos cerrados y tratar de unirse a la oración mientras se comía la cena.