La ola invernal que paralizó a Texas está a punto de llegar a su final. Sin embargo, los problemas para esa zona de Estados Unidos están lejos de terminar. El deshielo conduce a problemas adicionales para una crisis que ya ha sido difícil de sortear. Las tuberías que se encontraban congeladas han comenzado a estallar por el cambio de temperatura, ocasionando grandes daños en las viviendas.