El centro de atención para adicciones ubicado en la comunidad de Arandas en el municipio de Irapuato funcionaba bajo el control del cártel Jalisco Nueva Generación, y fue la guerra existente entre este y el Cártel Santa Rosa de Lima lo que derivó en el asesinato de 27 personas que se encontraban en el anexo, confirmaron a MILENIO autoridades cercanas al caso.