Liam es un niño de 2 años que quedó totalmente quemado, luego de que un hombre le prendiera fuego a su casa donde se encontraba con su madre, hermana y abuelo. Él fue el único que sobrevivió y, gracias al cuidado de su tía, Liam se recupera lentamente en un hospital de Nueva York. Su tía pide ayuda ya que no puede costear los tratamientos del pequeño.