Las masivas protestas contra el racismo y la brutalidad policial no cesan en la ciudad estadounidense de Portland (Oregón), que lleva ya tres meses de manifestaciones diarias. Las autoridades locales han llamado a la calma ante los temores de que la violencia pueda ir en aumento por la escalada entre detractores y seguidores del presidente Donald Trump. El analista político Javier Martínez opina que esta situación puede derivar en una "fractura todavía mayor de la sociedad civil estadounidense".