La pequeña población, que cuenta con menos de 100 viviendas, quedó totalmente devastada tras el paso del sistema. Hay calles llenas de escombros, vehículos destrozados y cables de electricidad colgando entre el agua. Los habitantes de la población habían evacuado antes de que el fenómeno llegara, razón por la que hasta el momento no se registran víctimas mortales; sin embargo, no se sabe cuándo podrán regresar para recuperar lo poco que les quedó.