Cuando Francisco Bandido Vargas vio subir al ring a Rod Salka, su rival la noche del jueves, no podía creer la vestimenta que portaba. Una bata y un pantaloncillo con ladrillos pintados en azul y rojo y la frase: America First (Primero Estados Unidos) a la altura del cinturón, haciendo alusión al apoyo a la idea de Donald Trump, presidente de ese país, de construir un muro en la frontera con México.

Seis rounds más tarde, Vargas se encargó de “derribar” a golpes ese muro. El mexicano conectó fieramente a Salka, quien tras recibir un intenso castigo ya no salió a pelear para el séptimo round, decretándose el nocaut técnico.

La verdad me sorprendí por el mensaje que traía, nunca esperé eso, pero traté de calmarme y seguir con mi plan de pelea”, explicó Vargas, excampeón superpluma del Consejo Mundial de Boxeo.

No te niego que sí me dio un poco de coraje, porque fue un mensaje ofensivo, y sí creo que me sirvió para darle con un poquito más de fuerza ya con ese coraje”, apuntó.

A pesar de su molestia y la de su equipo por este detalle, dijo que las cosas no pasaron de la acción que tuvieron sobre el cuadrilátero.

No nos dijimos nada”, afirmó Bandido Vargas. “Lo respeto como boxeador, la verdad tiene un estilo muy complicado que gracias a Dios supe descifrar, y al final, como si nada más hubiera pasado. Lo saludé, le dije: ‘Buena pelea’, y cada quien a su esquina, aunque no me gustó lo que hicieron él y su equipo”, explicó Vargas desde Estados Unidos, donde, afirma, fuera de eso, recibe un gran trato de todos.