La delegación mexicana juntó tres preseas de argento, adquiridas por María del Rosario Espinoza, en taekwondo, Germán Sánchez, en clavados, y María Guadalupe González, en marcha, y dos de bronce, cosechados por Misael Rodríguez, en boxeo, e Ismael Hernández, en pentatlón moderno. Después de haber alcanzado estas cinco medallas, México se situó en la posición número 61 del la tabla general de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, aunque la delegación nacional terminó consiguiendo estas preseas, no mejoró su situación, pues quedó por debajo de lo obtenido en Londres 2012 y en Beijing 2008.