La líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, negó ser la responsable del retraso educativo en el país y la mujer más odiada del país a lo que agregó: "no hay nadie más amado por los suyos que yo".
En entrevista con Adela Micha, Gordillo Morales dijo que la reforma educativa es apenas un limitado acuerdo entre partidos pues, dijo, los cambios que se requieren en la educación son estructurales, por lo que no se puede acusar a los maestros de ser la causa de la falta de calidad.
Sobre el tema de los comisionados sindicales, Elba Esther aseguró que los gobernadores son los responsables responsables de que existan tantos comisionados sindicales.
"Se habla de que tenemos cientos de miles de comisionados, pero nadie habla que esos comisionados no son responsabilidad del sindicato, son responsabilidad de los gobernadores. Pero les paga el sindicato, cobran como maestros. Hay unos gobernadores que no han creado plazas de directores, de jefes de sector."
"No hay nadie más amado por los suyos que yo"
Durante la entrevista, la líder sindical negó ser la mujer más odiada del país, así como de ser la responsable del rezago educativo en el país y añadió: "no hay nadie más amado por los suyos que yo". Sin embargo reconoció que durante más de 20 años al frente del sindicato magisterial, no siempre ha habido reciprocidad.
"Se me hacen muy miopes y perversas las campañas mediáticas que me han armado mis adversarios políticos", abundó al respecto Elba Esther, quien insistió en que los empresarios están en "una disputa seria" por administrar el sistema educativo, en referencia a los ataques de la organización Mexicanos Primero.
"La Maestra" confesó que le hubiera gustado ser titular de la Secretaría de Educación Pública aunque en su momento no aceptó la oferta que le hiciera el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari. El mismo cargo, dijo, también se lo ofreció Vicente Fox pero de igual forma lo rechazo pues indicó que no ella no puede ser juez y parte.
Su error más grande
La líder sindical reconoció que el error más grande en su carrera fue ser secretaria general de PRI, de 2002 a 2005, y aseguró que nunca va a olvidar la ingratitud de priistas como Roberto Madrazo, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Yunes y Emilio Chuayffet, el actual secretario de Educación.