Trascendió que se trató de un enfrentamiento entre bandos rivales de la delincuencia organizada.
Presuntamente, las tres víctimas son menores de edad; uno fue encontrado sin vida en el cruce de Emiliano Zapata y Augusto Gómez, el segundo en la calle Flores Magón y el tercero en Julio Camelo.
Uno de los occisos fue identificado por un familiar como Roberto Salazar García, de 17 años.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y de Seguridad Pública del Estado, acordonaron la zona para iniciar con el levantamiento de evidencias.
En un primer suceso, dos hombres perdieron la vida acribillados, uno de ellos circulaba abordo de su vehículo modelo Malibu con placas de Tamaulipas XEG 11-04.
Testigos presenciales aseguran que el hombre era perseguido por varios autos en donde viajaban sujetos fuertemente armados hasta que fue en el cruce Emiliano Zapata y Augusto Gómez donde el auto terminó rafagueado impactándose contra una camioneta estacionada y comenzó a incendiarse.
El cuerpo del hoy occiso quedó en el interior del vehículo por lo que a la llegada de los paramédicos de la Cruz Verde Monterrey, arriesgaron su propia vida introduciéndose al auto en llamas, pues pensaban que el hoy occiso aún podía tener signos de vida, pero lamentablemente no fue así.
La segunda víctima quedó sin vida en el interior de una estética ubicada en el mismo lugar de los hechos, al parecer huía de los agresores.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Estatal, de la Agencia Estatal de Investigaciones y de Servicios Periciales, quienes acordonaron el área y resguardaron la zona pues se creía que los agresores seguían rondando el lugar.
Minutos después de ese ataque se registró un nuevo atentado, ahora fue un joven de entre 25 y 30 años de edad el que murió a varias cuadras del primer escenario de los hechos.
Fue en el cruce de Julio Camelo y Graciano Sánchez donde el cuerpo de este joven quedó sin vida en el interior de una paletería víctima de cinco impactos de arma de fuego.
Esto ocurrió ante la mirada atónita de decenas de personas quienes pasaban por el lugar y niños que regresaban a sus casas después de la escuela.
De igual forma el área fue asegurada por elementos de la Policía Ministerial.
Ambas escenas del crimen fueron sobrevoladas por el helicóptero de Seguridad Pública del Estado, que buscaba dar con los autos en donde presuntamente viajaban los agresores.
Se presume que ambos hechos están relacionados pues ocurrieron solo a unas cuadras de distancia y con minutos de diferencia.