Una enorme explosión de un oleoducto transformó el domingo algunas calles de esta ciudad en ríos de fuego, arrasando con autos y casas e incinerando a 13 niños y 15 adultos, en un desastre del que las autoridades culpan a ladrones de petróleo.

Algunos funcionarios estimaron que la fuga de crudo y la explosión en San Martín Texmelucan, en el estado central de Puebla, afectó a un radio de tres millas y quemó automóviles y 115 viviendas. Algunos metales y el pavimento se deformaron por el intenso calor y en algunos casos se calcinaron totalmente.

Los familiares de las víctimas sollozaban mientras los cadáveres quemados eran sacados de sus casas. Muchos de los restos solamente eran pilas de cenizas y huesos.

Zoyla Pérez Cortés, un ama de casa de 27 años, dijo que despertó a las 5:30 de la mañana debido a un olor extraño, parecido a gasolina. Minutos más tarde su calle estalló en llamas. Su esposo derribó un muro con el fin de permitirle escapar junto con sus tres hijos por la parte trasera de su casa de cemento.

Su cuñado fue atendido con quemaduras en un hospital, pero ella desconoce la suerte que corrieron la esposa de éste y sus dos hijos.

"Era como el mismo infierno que estábamos viviendo. Todo estaba cerrado en humo'', narró la mujer con los ojos enrojecidos por el llanto.

Además de los muertos, al menos 52 personas quedaron heridas y unas 200 fueron colocadas en albergues luego de huir de San Martín, que se ubica a unas 55 millas al este de la capital mexicana. Más de 115 casas se incendiaron, y de ellas 30 quedaron destruidas.

José Luis Chávez, de 58 años, quien vive a 10 calles del lugar de la explosión, expresó que escuchó un par de estruendos potentes y "horribles'', y vio que algunas llamas se elevaron a más de 30 pies de altura. Fue como si una bomba hubiera estallado en el subsuelo, agregó.

El estallido ocurrió alrededor de las 5:30 de la madrugada en un punto del ducto donde aparentemente un grupo de delincuentes pretendía extraer crudo de manera ilegal, informó Valentín Meneses, secretario de Gobernación del estado de Puebla.

"Se les salió de control por el alto grado de fuerza con la que sale el combustible'', refirió el funcionario estatal.

Por su parte, la coordinadora general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación federal, Laura Gurza, informó que los investigadores hallaron un agujero en el oleoducto, así como equipos para extraer petróleo.

El crudo comenzó a derramarse en las calles y un río que pasa por la zona. Al parecer una chispa provocó un incendio, aunque se desconoce su origen.

"Eran ríos de fuego los que veíamos en las calles'', dijo Meneses.

La paraestatal Pemex, propietaria del oleoducto, informó en un comunicado que al detectar una caída de presión en la estación de bombeo de San Martín Texmelucan se suspendió el envío de crudo por ese ducto.

Varios cadáveres fueron hallados cerca del lugar de la explosión, pero las autoridades desconocen si eran personas que participaban en el robo o si se trataba de gente que pasaba por el lugar cuando se produjo la explosión.


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