Desde sus orígenes dar la hora en la radio ha sido fundamental, ya que nuestro medio ha sido tradicionalmente sinónimo de inmediatez y riguroso directo. Hasta llegar a las actuales señales horarias, para situar a los oyentes, a lo largo de la historia se han utilizado diferentes métodos: la información que daba el propio locutor, la emisión de las campanadas de algún reloj local o incluso un gong o una campanilla en el estudio.