El Grupo Telefónica perdió el año pasado un total de 892 millones de euros debido al coste del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) realizado en España y al ajuste contable del fondo de comercio de su joint venture británica, Virgin Media O2. Sin estas dos contingencias puntuales -que en conjunto lastran las cuentas en 4.386 millones de euros-, el operador de telecomunicaciones hubiera ganado 2.369 millones de euros, con un incremento interanual del 17,1%. Los mismos extraordinarios impactaron especialmente en el resultado del cuarto trimestre, que se saldó con pérdidas de 2.154 millones de euros. Sin embargo, en términos orgánicos, el saldo de los pasados meses de octubre a diciembre arrojó un beneficio de 730 millones de euros.