Dos por uno.
Isabel Vega de la Vara, del Partido Popular, se lo pasó en grande con el festival de zascas con los que sometió a Pedro Sánchez y a Más Madrid.
Pablo Padilla, del grupo de Manuela Bergerot, se mostró muy crítico tanto con la Fórmula 1 como con la abundancia de pisos turísticos en la Comunidad de Madrid y se lanzó a la yugular del Gobierno de Ayuso:
Ustedes además se niegan a regular el precio del alquiler y de los pisos turísticos. Ustedes no hacen ni política de vivienda ni política turística. Ustedes simplemente hacen política inmobiliaria, y no hacen nada de lo que hacen los grandes especuladores y los rentistas. Y es que ustedes se equivocan y creen que Madrid es el tablero de un Monopoly en el que las casas se pueden convertir en hoteles simplemente si tienes dinero y te puedes saltar la ley. Yo no sé si viven tan dentro de la fachosfera que se han creído sus propias memeces, pero lo que sí que está claro es que viven muy alejados del Madrid real. El Madrid real no quiere ni Fórmula 1. Ustedes van a convertir Madrid en un decorado para que vengan los niños pijos de todo el mundo a hacerse selfies, mientras el resto nos destrozan la vida.
La reacción de la diputada del Grupo Popular fue para enmarcar. Para empezar, después de celebrar las grandes noticias en materia turísrica, le dio a Pedro Sánchez por repetir el manoseado anuncio de la ampliación del aeropuerto de Madrid Barajas:
2024 ha comenzado con unos grandes anuncios como es la llegada de la Fórmula 1 y este flamenco, un bien de interés cultural que tanto bien nos va a traer a la Comunidad de Madrid. Y mientras nosotros celebrábamos en la feria el Día de la Comunidad de Madrid y estábamos todos felices por estos datos, por el gasto medio por turistas, va Sánchez y hacía un anuncio en Fitur que iba a ampliar el aeropuerto de Barajas. La enésima vez que dice que va a ampliar el aeropuerto de Barajas.
Vega de la Vara también le lanzó una andanada a Pablo Padilla:
Y Sumar Madrid dice que no, que no amplíen Barajas para que no vengan turistas. Es que, ¿dónde está esta gente? Tienen un cuajo y una cara, decir que no vengan turistas. Y así, mientras tanto, ellos a lo suyo, a decir que no vengan turistas.