La seguridad y los derechos humanos se colocan como los polos opuestos de la gestión de Nayib Bukele como presidente de El Salvador, quien goza de una altísima popularidad, pero también es criticado por autoritarismo, concentración de poder y atropellos en su guerra contra las pandillas.
Las últimas encuestas dadas a conocer en El Salvador dan a Bukele una intención de votos de entre el 81,9 % y el 70,9 %, con lo que ganaría en primera vuelta y con amplía ventaja sobre sus oponentes.